A continuación, un editorial que refleja la opinión del gobierno de Estados Unidos:
El 21 de junio, al amparo de la oscuridad, el ejército estadounidense llevó a cabo ataques masivos y de precisión contra tres instalaciones nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán, anunció el presidente Donald Trump.
"Nuestro objetivo era destruir la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y detener la amenaza nuclear que representa el principal estado patrocinador del terrorismo del mundo".
El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, declaró que la operación incluyó siete bombarderos B-2 Spirit que se dirigieron hacia el este con comunicaciones mínimas. A lo largo de las 18 horas de vuelo hasta la zona objetivo, los aviones realizaron múltiples reabastecimientos de combustible en vuelo. Una vez en tierra, los B-2 se conectaron con aeronaves de escolta y apoyo.
Los cazas iraníes no despegaron, y al parecer, los sistemas de misiles tierra-aire iraníes no detectaron a las aeronaves estadounidenses, informó el general Caine.
“Durante toda la misión, mantuvimos el factor sorpresa. En total, las fuerzas estadounidenses emplearon aproximadamente 75 armas guiadas de precisión durante esta operación. Esto incluyó catorce penetradores de artillería masiva GBU-57 de 13.600 kg, lo que marcó el primer uso operativo de esta arma en la historia”.
El presidente Trump calificó los ataques como “un éxito militar espectacular” e instó a los líderes iraníes a alcanzar la paz.
Durante 40 años, Irán ha estado diciendo: «Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel», señaló el presidente Trump. «Hemos perdido a más de 1.000 personas y cientos de miles han muerto en todo Oriente Medio y en todo el mundo como resultado directo, en particular, de su odio».
En ese momento, el presidente Trump dijo: «Habrá paz o habrá tragedia para Irán».
«Recuerden, quedan muchos objetivos... Pero si la paz no llega pronto, perseguiremos esos otros objetivos con precisión, rapidez y habilidad. La mayoría de ellos pueden eliminarse en cuestión de minutos».
“Nuestras fuerzas permanecen en alerta máxima y están completamente preparadas para responder a cualquier represalia o ataque por delegación iraní, lo cual sería una decisión pésima”, advirtió el general Caine. “Nos defenderemos; la seguridad de nuestros militares y civiles sigue siendo nuestra máxima prioridad”.
“Lo que suceda a continuación dependerá de lo que hagan los líderes iraníes”, declaró el secretario de Estado Marco Rubio. “Quieren negociar, y estamos listos para negociar. Quieren… hacer cosas peligrosas, y tenemos respuestas devastadoras disponibles”.
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